FEROMONAS SEXUALES DE INSECTOS Y CONTROL DE PLAGAS
Las feromonas sexuales pueden ser utilizadas para controlar plagas de insectos que provocan daños en las cosechas.
Por sus propiedades atractivas o repulsivas, las feromonas sexuales de los insectos tienen aplicaciones en el área fitosanitaria y agroquímica. Las feromonas sexuales pueden ser utilizadas para controlar plagas de insectos que provocan daños en las cosechas. Por ejemplo, si se conoce la estructura química de la feromona de alguna plaga específica, esta feromona puede ser preparada en el laboratorio, y luego ser ubicada en trampas en las áreas de cultivo.
En consecuencia, los insectos, atraídos por las feromonas, quedan atrapados, con lo que se reduce su población y se aminora el daño en las cosechas. Además, mediante este sistema es posible dismunuir considerablemente el uso de insecticidas químicos y, producir de esta forma cosechas menos contaminadas.
Es curioso advertir que la mayoría de las feromonas de insectos son hidrocarburos: como el 2-metil-heptadecano y el 17,21-dimetilheptatriacontano, por ello, en la actualidad la mayoría de feromonas empleadas en trampas para insectos son derivados de la petroquímica. Las ventajas de usar feromonas sexuales de insectos como agentes para el control de plagas frente a los insecticidas son:
- Por ser productos naturales, son biodegradables y no contaminan el ambiente.
- Se usan en pequeñas cantidades.
- Son específicas para cada especie, es decir, controlan determinada población dañina, y se evita exterminar otros insectos que podrían ser benéficos, con lo que se favorece el quilibrio biológico.
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